El resultado de las investigaciones realizadas por Carlos
Blanco Fadol por todo el mundo desde los años 70 se recoge en este museo. Allí se
ve cómo las diferentes culturas están unidas por un nexo común: la música.
El instrumento que más me llamo la atención del museo étnico de
la música es el llamado Pinsa-yu-pá. Al escuchar el sonido a mi me ha
trasmitido fuerza y los colores que reflejan fortaleza son los tonos rojizos
oscuros.
El Pinsa-yu-pá de Myanmar (Birmania), está constituido
por una espectacular estructura que representa a un animal mitológico, con
patas de caballo, cuerpo de saurio, alas de pájaro, cola de pez, trompa de
elefante y cabeza de dragón. Fabricada en madera de teca labrada, la estructura
se presenta recubierta con láminas de oro de 24 quilates. Sostenidos
por dicha estructura, se sitúan los instrumentos musicales, que son
generalmente un tambor de doble cabeza llamado pan-má o un gong. Su utilización es generalmente ceremonial, ejecutándose en
determinados festivales para ahuyentar los malos espíritus. Se puede apreciar
en el extremo derecho de la imagen.
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